La Dra. Rodríguez brindo una conferencia sobre «Gobernanza de datos en el trabajo y la economía»

Durante la exposición la magistrada hizo un análisis del régimen legal y sus perspectivas

El Salón Auditorio de la Universidad Católica de Santiago del Estero (UCSE) fue el ámbito donde la Dra. Ana Rosa Rodríguez, vicepresidenta segunda del Superior Tribunal de Justicia, disertó sobre, «Gobernanza de datos en el trabajo y la economía. Los nuevos desafíos, biometria, neurodatos y neuroderechos».

Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del Dr. Gabriel Ávila, vicedecano de la Facultad de Ciencias Políticas, Sociales y Jurídicas de la UCSE, quien expresó: » les quiero comentar que esta iniciativa nace a partir de una invitación que hicimos a la Dra. Rodríguez a participar de una carrera de posgrado en la especialización de Derechos Humanos y fue tal el impacto, el éxito y la satisfacción que generó en los alumnos de esta carrera, que formulé un nuevo convite en una jornada abierta que convoque a gente de la psicología, del derecho, a la interdisciplina, en una convocatoria de un abordaje complejo precisamente para tratar temas de esta naturaleza».

Seguidamente tuvo lugar la exposición que se desarrolló en segmentos, en la primera parte la magistrada analizó los datos y su implicancia en el Trabajo y la Economía a partir de la Cuarta Revolución Industrial y en ese sentido expresó: «cada una de las Revoluciones Industriales han influido en las distintas condiciones de trabajo y en la economía y en tal sentido cuando hablamos de trabajo también hablamos de economía porque el gran motor de ésta última es el trabajo. La cuarta revolución industrial está caracterizada por la Inteligencia Artificial (IA), la cual tiene un impacto similar a la que en su momento tuvo la maquina a vapor, la energía eléctrica o internet en la Primera y Segunda de las Revoluciones Industriales. A través de Internet, garantizar ese acceso es fundamental, la IA se nutre de datos, en su mayoría, datos personales, es decir, aquellos que según las legislaciones más avanzadas son una facultad exclusiva e inherente, un derecho humano fundamental que se denomina la autodeterminación informativa, que es la gobernanza que tiene cada persona acerca de los datos que le pertenecen, que son de su exclusiva propiedad vinculados a la identidad mismas de la persona ,como su nombre, domicilio, su lugar de origen, así como su orientación sexual, política, los datos vinculados a la salud, entre otros.»

Seguidamente precisó: «el Derecho a la autodeterminación informativa ha sido reconocido como un derecho fundamental en las legislaciones más importantes del mundo, salvando el caso especial de Estados Unidos, porque para ese país no es un derecho fundamental sino negociable porque a partir del atentado a las Torres Gemelas en septiembre de 2001, cambió la visión y muchas veces se puede acceder a datos personales sin que sea necesario autorización de su titular o de un juez, siempre que este comprometida la seguridad nacional».

En la segunda parte de su alocución, quien es vocal supervisora del Centro Único de Capacitación del Poder Judicial abordó los nuevos desafíos de la protección de datos, oportunidad en la que consignó: «partimos de la idea de que el yo consciente está protegido por este derecho de autodeterminación informativa, pero hay todo un universo que no goza de protección que es el yo inconsciente, o sea todas las cosas que hacemos por debajo del nivel de conciencia. De esto se trata los neurodatos y los neuroderechos, porque a partir que las neurotecnologías están abordando ese yo inconsciente y a partir del desarrollo de determinados dispositivos se puede acceder a lo que sería el patio trasero de nuestra conciencia. De esto se trata los neurodatos, y los neurodeerechos, porque a partir que las neurotecnologías están abordando ese yo inconsciente y a partir del desarrollo de determinados dispositivos se puede acceder a lo que sería el patio trasero de nuestra conciencia».

En esa línea de pensamiento la magistrada indicó que, «es necesario que surja un marco regulatorio que proteja, incluso las decisiones que la propia persona puede tomar en ese plano inconsciente, porque eso puede generar compromiso o impacto en sus derechos fundamentales. De hecho, el nuevo reglamento de IA que acaba de aprobar la Unión Europea (UE) en junio de 2024, habla de la necesidad de protección contra las invasiones de terceros que pueden manipular inclusive la voluntad y ese sentido la UE ha dado el primer paso con el reglamento porque la IA tiene el imperativo de construir una base ética que es el respeto por los Derechos Fundamentales para proteger, ya no la autodeterminación informativa en su lado consciente sino todo lo que sería un estatuto de la protección del yo inconsciente, porque esta tecnología se nutre de neurodatos».

En el cierre de su exposición, la Dra Rodríguez manifestó; «casi todo el andamiaje jurídico está construido sobre el consentimiento, entonces la implicancia de que a través de estas biotecnologías se pueda manipular la voluntad de decidir en un sentido u otro puede afectar el consentimiento que es prácticamente la base de todo el Derecho Privado e inclusive en algunas esferas del Derecho Penal, por ejemplo, cuando se habla de imputabilidad en la comisión de un hecho delictivo».

«Es como si fuese que toda la base del fundamento teórico del Derecho que teníamos como asentadas, empiezan a temblar frente a esta posibilidad que a partir del conocimiento de esos datos se pueda manipular la voluntad mediante la implantación de microchips u otros dispositivos de las llamadas neurotecnologías diseñadas por las grandes empresas denominadas gigantes tecnológicos» concluyó.

Cabe destacar que la Dra. Ana Rosa Rodríguez es Doctora en Derecho del Trabajo por la Universidad Nacional de Tres de Febrero y un Post Doctorado en la Universidad de Sevilla, España.

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