Y aseguró: «Era tal el ninguneo, que hasta se llegó al absurdo de liberar presos o castigar a policías honorables por el imperdonable delito de hacer bien su trabajo. Maquillaron un abolicionismo sin escrúpulos bajo el nombre de garantismo, pero lo único que garantizaban era la perpetuidad del crimen y el vale todo».
En tal sentido, indicó: «Nosotros venimos a girar el timón, en 180 grados. Para nosotros el monopolio de la fuerza y la represión del delito es una responsabilidad pública e indelegable, porque el Estado debe garantizar la protección de la vida, la propiedad y la libertad de los ciudadanos. Y para poder cumplir con esta misión primaria, nuestra administración se ha abrazado a tres pilares fundamentales, los cuales quiero recordar», señaló, tras lo cual enumeró dichos pilares.
Los pilares fundamentales de la gestión libertaria
- El que las hace las paga, es decir el delito hay que castigarlo en todo momento y en todo lugar; dentro de la ley todo, fuera de la ley nada.
- El orden público es sagrado. La calle es de todos; no la pueden secuestrar un puñado de inadaptados para tener de rehén a todos los argentinos. Desde el 10 de diciembre, el que corta no cobra y, en consecuencia, se terminaron los piquetes.
- Los buenos son los de azul; los malos son los delincuentes. Dicho de otro modo, el Estado tiene que proteger a las víctimas y castigar a los victimarios; no proteger a los victimarios y abandonar a las víctimas.
Finalmente, Milei enfatizó en que «son esos mismos pilares los que han logrado civilizar la barbarie, a lo largo de la historia, y son estos mismos pilares los que ya nos están trayendo resultados positivos, en este primer año de nuestra gestión, bajo la brillante conducción de la doctora Bullrich».