El mercado estima que con esta rebaja de impuestos, los precios se podrían abaratar un 20% en algunos modelos, aunque eso dependerá de la forma de la implementación y la decisión que tome cada marca según la demanda.
El denominado «impuesto al lujo» hasta ahora se divide en dos tramos: el primero es del 20% (con una carga efectiva del 25%), que afecta a los vehículos cuyo precio de venta al público supera los 40,5 millones de pesos. El segundo tramo alcanza el 35% (con una incidencia efectiva del 54%) para modelos cuyo precio supera los 90 millones de pesos.
Sin embargo, las pick-ups y utilitarios, considerados vehículos de trabajo, quedan exentos de este tributo. Algunos de los modelos que se encuentran dentro de la primera categoría incluyen el Toyota SW4, Ford Bronco Sport, Volkswagen Taos Highline y Tiguan, entre otros.
En Argentina, más de la mitad del precio de un automóvil está compuesto por impuestos. La elevada carga tributaria que afecta al mercado de autos 0 km no solo impacta a los vehículos importados, sino también a los fabricados localmente. A medida que los autos incorporan más equipamiento y características, los impuestos a pagar también aumentan, lo que resulta en precios más altos que en otras regiones.
Según un informe elaborado por César Litvin, en el valor final de cada vehículo en Argentina se incluyen tres tipos de impuestos: nacionales, provinciales y municipales. Además, se distinguen tres categorías de autos: los producidos localmente, los importados extrazona e intrazona.
Como resultado de esta acumulación de impuestos, el precio final de un auto en Argentina se ve significativamente incrementado.