Uno de los mantras más repetidos por el presidente Milei es que «la emisión monetaria es la forma que tienen de robarle a la gente los políticos chorros». En su primer año de mandato la base monetaria llegó a $27,2 billones. Se disparó un 4,2% en diciembre y creció 209% a lo largo del 2024.
La consigna de emisión cero entra en crisis: ¿pero a dónde fue a parar esa montaña de pesos, con un Estado que ajustó al menos cinco puntos del PBI de su gasto real?
Sucede que la expansión primaria de la base monetaria no considera la creación de dinero en el sistema financiero. La expansión primaria corresponde íntegramente al sector público.
Durante el gobierno de Mauricio Macri y Alberto Fernandez, la expansión monetaria fue esterilizada por el BCRA mediante la colocación de diferentes instrumentos de deuda. En su momento fueron los Lebac, luego las Leliq y posteriormente los pases pasivos. Esa deuda generaba intereses que debían pagarse a los bancos con emisión monetaria o bien con más deuda, lo que representaba otro factor de creación de dinero primario.
Actualmente la principal canilla de emisión es el BCRA que manda imprimir pesos para comprarle dólares a los exportadores. Para absorber esa expansión monetaria se utilizan los dólares comprados para venderlos en el mercado de CCL.
«Están quienes afirman que la expansión de la base monetaria contra reservas no genera inflación. Francamente, no estoy de acuerdo. Quien recibe pesos no consulta si esos pesos fueron emitidos para financiar al Tesoro, para comprar dólares a los exportadores o para asistir al sistema financiero», explicó el economista Roberto Cachanovsky.
Cuando Javier Milei presentó la ley de Presupuesto que no llegó a tratarse en el recinto lo único que destacó fue que «el proyecto prohíbe la emisión monetaria y cuando hay alguien que emite dinero, va preso», dijo en una entrevista. Para fortuna del Presidente, ese proyecto no prosperó.
Con información de lapoliticaonline.com